Muchas personas creen que la tipografía es una decisión que no necesita mucha precisión, creen que solo se necesita elegir una tipografía que se vea '' bonita '' pero en realidad, es gracias a la tipografía que logramos tener la personalidad de una marca. En las formas de las letras está implícitamente la personalidad y los valores de una marca, elegir una tipografía es crucial para no distorsionar el mensaje o transmitir un sentimiento erróneo.
Lo primero que vemos en una marca inconscientemente es la tipografía ya que esta nos permite leer y entender el mensaje que nos están transmitiendo.
A continuación, te explicamos los aspectos básicos de la tipografía que debes tener en cuenta:
- Legibilidad: Es un aspecto de vital importancia y debes considerar los colores específicos de la letra, el espacio entre los caracteres y los párrafos, el tamaño o el estilo de la fuente, entre otros elementos.
- Jerarquía: Siempre que hablemos de tipografía es necesario mantener una jerarquía de tipos equilibrada, ya que el objetivo principal será siempre dirigir al usuario a los puntos más importantes de un texto.
- Consistencia : Toda marca debe elegir una tipografía que genere consistencia en cualquier lugar donde tengamos presencia. Todo debe crear un sentido de flujo general y debe ser reconocible por la propia marca.
Existen varios estilos de tipografías que se pueden elegir, cada uno con características específicas y distintas.
Patinadas o Serif: se asocian a un estilo clásico, formal y elegante. Denota autoridad, conocimiento y firmeza. Son muy legibles, ya que el ojo se acomoda a sus terminaciones lineales.
Lineales o Sans Serif: transmiten modernidad, dinamismo, actualidad, limpieza y minimalismo. Se usan sobre todo para titulares o masas de texto breves, ya que su poder principal es el impacto y la legibilidad.
Caligráficas: tienen un estilo único, haciendo referencia a las tipografías trazadas a mano. Comunican delicadeza, personalidad, espontaneidad y originalidad. Aportan un carácter personal y se destinan a textos cortos o detalles breves para evitar la mala legibilidad que puede provocar.
Debes tomar el tiempo de pensar y elegir correctamente las tipografías que representan a tu marca y las que emplean en toda la comunicación: folletos, pósters, papelería, web y cualquier otra aplicación gráfica que lleve texto. De esta manera, combinando los mensajes, las imágenes y la tipografía, la comunicación de la marca logrará tener el impacto adecuado.
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